IN MEMORIAM: TINA ALONSO, "YAKITINA" (POETISA)

Dice la canción del argentino Alberto Cortez -a veces los artistas os ponéis de acuerdo para hacer juntos el último viaje- que cuando un amigo se va, queda un tizón encendido, que no se puede apagar, ni con las aguas de un río. 

Hoy el lamento inunda a quirosanas y quirosanos, especialmente los que tuvimos la ocasión de conocer y disfrutar de Yakitinina. 

La poetisa Tina Alonso y Luis Álvarez Pola en la presentación de su segundo poemario (Fotografía de Juanjo Arrojo)

Cariñosa dedicatoria en su poemario Crisol de palabra y sueños (2014)

Vicenta Aurina García Alonso, conocida como Tina o Yakitinina, fue una poetisa asturiana nacida en el pueblo de Cortina (Quirós, Asturias). Su niñez discurrió tanto en Oviedo como en Villamejín de Proaza aunque en la actualidad residía en Pravia. En los últimos años y empujada por su añoranza hacia su concejo natal había vuelto a enraizar en este. Así fue como Tina se sumó a aquella comitiva de pintores, fotógrafos, historiadores, músicos, cronistas... y gentes con motivación de dinamizar, al menos culturalmente, el concejo. Desde aquel momento conocí a Tina, una mujer que pronto se hizo querer entre nosotros y dejándonos descubrir en ella que además de la facilidad de sintetizar en palabras rimadas las cosas más fugaces de la vida, llevaba con ella una humanidad excepcional. Humildad, generosidad, cariño, disposición, nobleza... son varios de los adjetivos que podríamos reunir y que en su persona rebosaban generosamente. 

Recuperando las palabras que también publicaba hacia ella María Beatriz Álvarez en su artículo Adiós a Tina García, Poeta de Quirós : 

Había publicado dos colecciones de poemas “Crisol de palabras y sueños” (Arcibel, 2011) y “Color de montaña y mar” (Tal y Cuál, 2014) que la habían devuelto a su tierra de la que había salido siendo niña, y la habían conducido hasta los sus neños quirosanos: Roberto F. Osorio, Eva Martínez y Luis Alvarez Pola, el cronista, la política y el gaiteru, a los que tanto quería y admiraba. A los tres por igual, quizás un poco más al su Luisín (Álvarez, 2019)

Cierto era que ambos nos profesábamos un gran cariño. La gaita era un elemento que le hundía las raíces en la tierra quirosana y le llenaba de vida y satisfacción al volver a verse reunida con tantos amigas y amigos. Siempre me lo hacía saber con sus muchas muestras de cariño. Ese sentir por la música de nuestro instrumento fue algo que recogió en varios de sus poemas dedicando a la Banda de Gaitas "Teixo - Manolo Quirós" los poemas La gaita quirosana y No me recortéis la gaita; a la memoria del gaitero quirosano Manolo Quirós el poema Manolo Quirós; el poema El gaiteru y los llobos y en mi caso el poema Para un gaitero. Todos ellos pueden leerse en el libro Color de montaña y mar (2014) que Tina presentó el 24 de septiembre de 2015 en el Museo Etnográfico de Quirós dentro de la programación del 30 aniversario de El Periódico de Quirós, con el que colaborábamos los dos. Tina me pidió si podía poner música al recital de su poemario y así lo hicimos en un escenario sobre el que fueron desfilando gran parte de sus amistades más próximas con una selección de poemas de su obra. Al finalizar el acto, Tina me sorprendió con el regalo que podéis observar en imagen y que desde entonces se encuentra en mi habitación colgado. Un pergamino lacrado que contiene su poema Para un gaitero. 

Hoy le dimos el último adiós a Tina en Oviedo como creo que le hubiera gustado, con la gaita y los sones de la pieza Atapeciendo. La misma gaita a la que dedicó estos bellos versos y rodeada de sus amigos quirosanos, que por fortuna son también los míos. Ahora y parafraseando los títulos de tus libros, nos dejas un Crisol de palabra y sueños para quedarte entre nosotros como Color de montaña y mar. 

Hasta siempre querida Tina.