El ORBEIRU DE ODÓN DEL PAGANÉU
Portada de Orbeiru |
Costaría creer que su voz lírica no ha sido forjada en alguna academia del bell canto cuando alguien escucha brotar de su garganta una romanza como el "Canto a la sidra" de Moreno Torroba. Solo el magisterio de Anabel Santiago encaminó los primeros pasos en su carrera musical. Pertenece a esa estirpe de nombres como Juanín de Mieres, que no solo hacía temblar los corazones sino hasta los vasos de sidra sobre las mesas entre el bullicio del chigre que pronto se tornaba en fiel expectación.
Así ha sido la reacción del público en un ambiente tan acogedor, intimista y moderno como resultó su presentación acaecida el pasado viernes 6 de marzo en el Espacio Circus de Oviedo. El público por momentos cerraba sus ojos complacido y sonreía al escuchar las canciones asturianas que su voz iba desgranando. Pero no hablemos de la presentación, eso ha sido un regalo para un escogidísimo público de cuarenta personas y para el propio cantante. Hablemos del disco:
El disco es un itinerario vital del artista donde quedan registrados escogidos músicos, vivencias y lugares con los que se ha ido tropezando en este camino que ha recorrido a base de constancia.
Lilón del Paganéu es un homenaje a su tierra, a su raíz, a su abuelo. Una tonada cuya letra es autoría del propio cantante en un estilo que sigue un arquetipo "Brava 1 / al altu la lleva", siguiendo la clasificación propuesta por el etnomusicólogo Héctor Braga. Se destaca en ella una gran proyección y correcta dicción, dejando una excelente muestra para un estilo que suele ser preferente -y parece casi exclusivo- de tenores.
El segundo tema se dedica a un nuevo espacio y proyecto abierto por el cantante, como es su Casa en Peñanes. En este caso le acompaña a la gaita Luis Francisco Álvarez Pola, introduciendo un pequeño homenaje al desaparecido Manolo Quirós, con su Canción a mi padre. El gaitero de Ricabo homenajeaba así a su padre con una melodía de la Misa de gaita de Quirós. Nos pareció una buena base para que el pequeño Matías -hijo del cantante- dejara ese guiño tan entrañable e imperecedero ya en el tiempo. La tonada que emplea el arquetipo musical "Llarga 2 / Al altu la lleva", lleva una letra autoría del propio cantante.
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Uno de los componentes claves del disco -reinante en la presentación del mismo- es el humor. El tercer corte, Na Comarca la Vendí, es presentado en la voz de la periodista asturiana Sonia Fidalgo. Nos hace situarnos en una butaca de cualquiera de los principales escenarios actuales de "la tonada del hoy": el concurso de canción asturiana. La voz inconfundible del gaitero Dani Álvarez, retrata con humor a su público más fiel. No hacen falta más lecturas, solo un poco de humor para acompañar otros rituales como son el decidido taconeo hacia el micrófono y la ineludible tos que a todo cantante de asturianada que se precie le debe entrar antes de arrancar en un concurso. Una tonada de corte clásico, como lo es su modelo: Baxaben cuatro ayeranos.
Música viva es un alzar la voz contra las políticas de gestión de la música en directo en Asturias. La referencia inicial a Mucha policía, poca diversión del grupo Eskorbuto, sirve de pie para que Franydon -Fran Pola y Odón- no dejen que caiga en el olvido uno de los casos que más hemos sentido todos los músicos que en algún momento lo hemos frecuentado, hemos tocado y/o nos hemos conocido en él: el cierre del mítico Ca Beleño. Se apaga la canción sobre la gaita, en un murmullo de gente que nos hace retrotraernos a aquel espacio tan singular y confortable que quedará en la memoria de todos. El gaitero Fran Pola, es el encargado de acompañarla empleando una gaita en Do sin la copa del roncón, dando como pedal la nota Re. Los cambios de interválica realzan cierto componente modal que le da un toque muy sugerente. La lección la recoge el siguiente estribillo:
Y si escucháis una gaita
la xipla o el vigulín
non cerréis vuestres ventanes
que la música quier vivir
Si esti mes, es el quinto tema, interpretado por el trío Figos de Tuna. Este trío que interpreta un estilo autodenominado como "tonada-folk" lo forman Odón García (voz), Dani Álvarez (whistles) y Luis Nicolás Carrete (guitarra). La pieza es un ejemplo del acomodamiento de la asturianada a los nuevos escenarios armónicos y rítmicos desarrollados por el folk. En ello Luis Nicolás, músico ponferradino que ha cobrado nombre propio en la música asturiana, acompaña al cantante con un gran acierto. Los interludios de whistles, llenos de matices, pocos más merecen de los que podamos hacer nosotros. Sencillamente brillantes para quien es además de un inspirado creador, un músico tan versátil como virtuoso: Dani Álvarez. Y si antes hacíamos una cita al gran Juanín de Mieres, se introduce un tema que impresionara este en pizarra con el título de Si estimes el mio querer (estilo adornada 6 / gorjeando, por clasificación de Braga).
La Ayerana (Rondando), es una canción asturiana cantada al estilo ayerano, un estilo comprometido por el gran número de melismas que emplea. Se presenta como una canción de ronda. Si a poco que uno preste atención, podrá advertir el abrirse y cerrarse de un cuarterón en esta sincera declaración que seguro va en homenaje a la mujer amada:
El día en que te conocí
non miré más las estrellas
que la luz que tu me das
nunca me la dieron ellas
Un aire de baile vaqueiro, la gallegada, da comienzo al siguiente tema titulado Manzanes. Es interpretado de nuevo por el trío Figos de Tuna, destacando los crescendos que produce la armonía de la guitarra y los interludios de flauta con variaciones sobre el baile de la gallegada.
En Bueis ad libitum, Odón se presenta con otro de los conjuntos en los que está integrado: L´aldu. Lo forman el cantante, Pepín de Muñalén a la flauta y Nel de Purnea a la guitarra. Es una oda de tradición oral al oficio de arriero, que comienza con el sonido del carro del país. Magistrales Pepín y Nel con la paleta de matices que ambos consiguen extraer en sus instrumentos. Sin duda, durante la presentación del disco, dejaban al público del Circus absorto.
Quien halla vivido la descarga de Cangas del Narcea, no necesitará más referencias que los primeros segundos para ubicar el tema En l´Altu l´Acebo. En esta interpretación lo que consigue Odón es la creación de un nuevo arquetipo para la asturianada, con pleno sabor asturiano. Es difícil algo así, pues implica un conocimiento profundo de todos los códigos que intervienen para que el oyente sitúe como asturiano el resultado. Y lo consigue, con una tonada dura, arriesgada y bien defendida.
El siguiente tema es interpretado por L´aldu con la colaboración del percusionista Sergio Pevida. Se trata de una gran ventana hacia la que es a nuestro juicio una de las más bellas muestras de nuestra lírica popular asturiana. Lleva por título Soterraña 4017, conocido popularmente como Non puedo subir al puertu que un día grabara el mítico cantante Quin el Pescador.
Por último, el viaje se cierra con el corte Neña de la saya verde, popularizada por El Presi y Armando Montes. El oyente parece adentrase en un viaje en nave espacial que aterriza en un escenario presentado de nuevo en la voz de Sonia Fidalgo. Se trata de un viaje que no nos atrevemos a decretar si conduce hacia el pasado o hacia el futuro. Lo dejamos a juicio de cada uno. Lo que sí lleva consigo es un homenaje a aquella época dorada de la asturianada en la que algunas de las grandes voces dejaron su impronta tras ser acompañadas por grandes maestros como lo fue Baldomero Fernández. En este caso acompaña al piano Luis Francisco Álvarez Pola.
Nos reservamos el finale de este disco en cartera, para que el oyente lo descubra. Un divertido añadido donde queda registrada la voz de quien ha sabido dar forma a este torrente de ideas, espacios y estilos de cante asturiano inédito y renovado: Sergio Díaz Montes, de Estudios TUTU.
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