QUELINO EL DE POLIO, IN MEMORIAM

Hoy, coincidiendo con el fallecimiento del político Julio Anguita, como si el destino nos diera una muestra más de su caprichoso devenir, se ha llevado también a Aquilino Fernández. Quelino el de Polio, el minero, cantante de tonada, hombre culto, guerrillero en su tiempo y ciudadano libre y comprometido con toda causa noble de Mieres y Asturias.

Aquilino Fernández, "Quelino el de Polio" 

El 13 de octubre de 2019, acompañado del quirosano Manolo el de La Pachuca marchamos a Mieres a visitar a Quelino. Tras subir por la empinada cuesta que hay tras la Iglesia de San Juan llegamos a su casa. Allí nos condujo a un confortable espacio cargado de historia en el que convida y charla distendidamente por el simbólico precio de tres tercios de la divisa francesa. 

Compartimos un vaso y dejamos una botella para los siguientes. Le tenía prometida aquella visita desde largo tiempo. Traía para él mi instrumento -era un amante de la gaita y campeón de canción asturiana- como forma de pagarle de alguna manera la atención que ya sabía que tendría conmigo. No pudimos hacerla sonar a causa de la enfermedad de su mujer, pero quedó pendiente un segundo encuentro donde pudiéramos cumplir el deseo de ambos.

Saqué mi grabadora y en distendida charla comenzamos a hablar sobre el tema que me traía aquel día a su casa: Jacinto Suárez Alonso, "Quirós". El gaitero quirosano y Secretario General del PCE en 1950, cuyo periplo de vida ya había desdibujado en el artículo «Quirós», un gaitero en tiempos de guerrilla pero que no podía seguir escribiéndose sin el retrato del mismo que podía hacerme Quelino. Sus descripciones tan certeras y nítidas hicieron que pronto quedara cumplida la misión y a partir de entonces comenzó una lección para la que no quise interrumpir la grabadora. Algún día, y desgraciadamente no contaba con que fuera tan cercano, agradecería más que nunca las palabras y sabiduría de este Paisano. Noventa y dos años como los vividos por Quelino, créanme, dan para vivir muchas experiencias. ¡Ojalá todos tuviéramos la oportunidad de escuchar hombres así para enfrentarnos con lucidez y serenidad a las inclemencias de estos tiempos!

Aún en febrero nos había hecho llegar una fotografía tras salir de una operación quirúrgica y durante estos días de encierro le había telefoneado. Ni sus años de mina, ni el dolor por la enfermedad de su compañera, ni sus densos noventa y dos años, ni las secuelas de una dura represión lo habían empequeñecido ni mermado en sus ganas de seguir adelante. Él mismo se sorprendía de su espectacular recuperación. Hoy, lo hago yo y todos sus amigos al recibir esta triste noticia que no esperábamos y nos arrebata así a un hombre noble, prudente, inteligente y siempre dispuesto a enseñar desde la humildad que caracteriza a un Paisano, categoría que alcanzan unos pocos. Aquel día no sonó la gaita, pero en cuanto podamos, la haremos sonar por él.

Se murió Quelino el de Polio, pero nunca cansado de luchar.