EL SIGLO DE LA GRAN DAMA DE LA CANCIÓN ASTURIANA, DIAMANTINA RODRÍGUEZ


Con Diamantina Rodríguez, en el año 2015
Diamantina Rodríguez, la dama de la canción asturiana, ha cumplido cien años. Ha vivido la monarquía de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera, la Revolución de 1934, la Guerra Civil, la dictadura de Franco, la monarquía de Juan Carlos I y la actual de Felipe VI. Y además tenemos la suerte de seguir disfrutándola con buena salud, envidiable memoria, inagotable apetito, inteligente sentido del humor y por si fuera poco el reconocimiento y admiración unánime de todos los asturianos. Hace apenas unos días, cumplía sus cien años y que ya preveía con humor al doblar la esquina de los noventa: «nun quiero llegar allá, ¿pa qué quiero tantos?», nos decía. Pues llegaron Diamantina, llegaron para seguir cantando y para que sigamos aprendiendo y disfrutando de ti. 

No va a ser este el más amplio repaso de la vida de Diamantina Rodríguez. Para ello es un buen medio el libro biográfico de Xaime Arias y en nuestra tesis doctoral La música en el concejo de Quirós habrá un abundante espacio al respecto. Pero no podemos dejar pasar su cien cumpleaños, sin desdibujar un pequeño retrato de la parte más humana que por suerte, hemos podido conocer, disfrutar y aprender de ella en estos últimos años. 

Nació en 1920 en Vil.laxime, Quirós. Allí, descubrió El Grillo su genio y dotes para la canción, hábil cantante que la llevaba sentada a lomos de su caballo y ambos derrochaban su genialidad vocal con gran generosidad para todos los vecinos. Y esto lo hacía a un lado y otro del Puerto de Ventana, pues allá en Babia, también pasó abundante tiempo en compañía de su madrina, amenizando a los vecinos de Torrebarrio con sus también aclamadas babianadas. Aún no hace tanto le grabábamos estos sones para nuestro archivo. No obstante, su verdadero salto al reconocimiento público se produjo en el concurso de canción asturiana promovido por el Diario Región en el Salón Babel. Allí se presentó en 1948 tras oír ensimismada la voz radiada de una Josefina Fernández, que no dejó nada grabado y cuyo recuerdo más certero y canciones conservadas, se deben a nuestra protagonista. «¡Ah cantan muyeres, mañana pa Oviedo a apuntarme!», exclamó Diamantina tras oírla. En las ediciones de 1948 y 1951 obtiene un segundo puesto, para finalmente triunfar como campeona indiscutible en la tercera edición celebrada en 1955. Su voz única, potente y ágil, cautiva hasta el mismo Cuchichi que se ofrece para aconsejarla y pulirle algunos detalles de su técnica. Así dio comienzo una trayectoria que la llevó por toda España, grabando más de un centenar de canciones y convirtiéndose en la voz femenina de referencia para el siglo XX junto con La Busdonga. 

Diamantina es para nosotros una persona especialmente querida y admirada. Nuestro recuerdo comienza en Mieres, en un homenaje que se le brindaba. Posteriormente en su concejo de Quirós, fueron el Colegio Público "Virgen de Alba" con la colaboración de la Escuela de Música Tradicional -que hoy presidimos- la que le brindó otro homenaje a ella y al gaitero tristemente desaparecido Manolo Quirós. Allí vino cargada de cassettes que ella misma grababa durante las noches, con una inusitada paciencia y que luego regalaba a sus amigos. ¡Cuántas horas pasó Diamantina copiando cintas, aún sobrepasando la barrera de los noventa! Mucho sirvieron estas para las jóvenes de entonces iniciadas en el canto asturiano. Aquel día vino a Quirós genersosamente provista y no quedó criatura que no llevara una para casa. Volvería el 15 de agosto de 2006, el día de la fiesta de la Virgen de Alba y en nuestra casa pudimos acompañarle La panderetera cuando aún era un niño de tan solo 12 años.



Diamantina cantando a la gaita el día de la Virgen de Alba, 15/08/2006 

Los siguientes recuerdos tienen lugar varios años más tarde en La Manzaneda, Olloniego. Allí celebramos un par de cumpleaños de Diamantina, en casa de la también cantante y fiel amiga Adelita Fernández. Aún en el año 2011, soplando Diamantina 91 velas, echamos la tarde entre cánticos y cantó A la mar fui por naranjas, Adiós conceyu Quirós y La Panderetera a la gaita de quien escribe. Con Adelita forjamos una gran amistad, que se veía frecuentemente regada en Gascona con abundantes derroches de asturianada y camaradería. Desde aquella misma quintana de La Manzaneda, ambos le dedicamos ocho años más tarde a Diamantina a través de la televisión del Principado de Asturias la tonada Adiós conceyu Quirós

Con Diamantina en su 91 cumpleaños, año 2011

Desde hace varios años, Diamantina vive en la residencia de mayores de Noreña, donde dice encontrarse mejor que en ningún sitio. Damos cuenta de que en este lugar la quieren, la entienden y le procuran la mejor de las atenciones. Y allí siempre es fácil dar con ella, pues basta con seguir el hilo de una tenue voz enlatada que canta cada vez más próxima aquella de Arboleda bien plantada. En una silla y con su cabeza reclinada, siempre se encontraba juzgando en silencio su propia obra. Y una vez iniciada la conversación, no escatima en tiempos si la cuestión trata de canción asturiana o le trae los aires de su querida tierra. 

Hablar de Diamantina en el plano de musicólogo resulta aún más sencillo, por conocer y disponer de su obra y conocerla personalmente. En nuestra opinión, su reconocimiento se debe tanto al éxito en el plano profesional, como en el personal. En el primero, consiguió que el Salón Babel sucumbiera entre arrolladores aplausos ante una voz potente, cristalina, ágil y de sabor netamente asturiano. Lo hizo en una época dorada, de muy alta concurrencia, gran nivel y por tanto dura competencia. Lejos de aferrarse a las vanales satisfacciones y dormirse en una estéril senda de competiciones, rehuyó a tiempo tras su triunfo para emprender una valiente trayectoria personal que abrió nuevos caminos a la canción asturiana, aportando y recuperando canciones de antiguos cancioneros y de la propia tradición oral, llevando la canción asturiana por toda la geografía española. Acompañó su voz de gaita, tambor, pandereta y del entonces gran olvidado desde principios de siglo: el piano. Recuperó así una tendencia que ha servido para que en nuestros días se vuelvan a valorar las posibilidades del mismo en el acompañamiento de nuestro género. El noble instrumento debe someterse como acompañante que es, a la naturaleza de la canción, tal y como en su día también lo demostrara posible el célebre Manolo Caracol con su género. En sus grabaciones, también dejó muestras del buen hacer de otros interesantes y destacados músicos: los gaiteros José Remis Ovalle, Arnón, Chema Castañón o Silvino Fernández; la pianista Carmen Vigil; el cantante y bailarín Antón Sastre Bilbao, entre otros. Buena muestra de este hacer de Diamantina, ha quedado registrado en sus abundantes grabaciones, que con paciencia hemos ido reuniendo en nuestro archivo particular: 


Discografía de Diamantina Rodríguez y disco Anabel Santiago canta a Diamantina Rodríguez


El plano personal entronca con el profesional, para poder decir que por su altruismo y sincero compromiso con la canción asturiana y especialmente, con los jóvenes valores de la misma, la han convertido en la maestra de una nueva generación que a su vez, es hoy la luz que guía y arrastra a que las nuevas promesas se conviertan en fructíferas realidades. Y es que, pese a que su voz enmudecía a causa del asma, el mismo año que tristemente lo hacía para siempre la de José González "El Presi", la labor de Diamantina no acababa aquí. Su tiempo se volcó en enseñar y ayudar a todos los jóvenes que se interesaban por el género asturiano, legando destacadas continuadoras. Entre sus pupilas no puedo dejar de destacar a Liliana Castañón, a quien hemos tenido el placer de acompañar en varias ocasiones, y como no, a Anabel Santiago. Acaso se me permita decir, que todas las virtudes hasta ahora señaladas en Diamantina, pueden verse reflejadas en Anabel, quien le dedicó un interesantísimo CD titulado Anabel Santiago canta a Diamantina Rodríguez. Cada vez que tengo el placer y la fortuna de subirme con ella a un escenario, siento a Diamantina más cerca pues en su interpretación sigue la expresión musical asturiana más brillante, más sincera y más nuestra. Y de ambas, esta herencia continúa en Elvira Fernández, a quien Diamantina envió por nosotros una grabación para aquella joven promesa que aún no conocía. Unir años más tarde a Diamantina y a Elvira en una misma sala compartiendo una tarde de experiencias y enseñanzas, fue como escribir un capítulo necesario de la historia de ambas. 

Juan Manuel, Elvira, Diamantina, Yoli y Luis, año 2017

Y ya para cerrar, dejamos un vídeo de nuestro último encuentro coincidiendo con su cumpleaños número 100. Con las medidas pertinentes a causa del COVID, pudimos acompañarla una pequeña representación de aquellos de su tierra que nunca la olvidarán. Un ramo de flores, un diploma de la Escuela de Música Tradicional de Quirós y unos sencillos presentes de esos que sabemos que aprecia más que la mejor de las joyas, formaron parte de nuestra muestra de reconocimiento y cariño hacia la cantante quirosana, todo ello regado con una emocionante y compartida "La panderetera" a la que tuvimos el inigualable honor de poner el sonido de nuestra gaita para nuestra la dama de la tonada y todo ello para acabar con una entrañable y repetida pregunta: "¿Yes de Quirós?"







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