FUNDAMENTOS: EL ARTE DE LA ASTURIANADA

Una obra fundamental para los amantes de la canción asturiana, acaba de ver la mano del etnomusicólogo y cantante asturiano Héctor Braga. Nos referimos a Fundamentos: el arte de la asturianada.

Portada de Fundamentos: el arte de la asturianada


    Celebramos que esta se trate de una conquista más de la formación, el rigor académico y el buen hacer en un mundo como el de la canción asturiana donde precisamente pocas iniciativas gozan de las tres categorías. Este trabajo es una ventana de oxígeno academicista y de buen oficio etnomusicológico. Muestra una época dorada de nuestro género vocal, que hoy sin embargo se cierra cada día más sobre sí mismo, desdeñado en mundos de competición, repertorio redundante y machacón y una oferta donde suele prevalecer la cantidad sobre la calidad. Y frente a determinadas autoridades autoproclamadas en el género, unas ausentes de formación musical y otras acérrimas a las sendas del patetismo y paletismo, el colega Héctor Braga creemos que demuestra aquí su gran valer no solo como cantante sino como una autoridad en el género con apuestas serias y comprometidas. Pronto su defensa de la tesis doctoral que ultima podrá corroborar todo lo dicho, que no es algo generoso sino justo -en todos los sentidos de la palabra- pues estas son los sendas a seguir si queremos abrir nuevos circuitos para que nuestro género alcance el reconocimiento de otros géneros vocales de tradición oral en nuestra península como son flamenco o el fado.


«Mi propósito también es recuperar la categoría universal, la estética elegante y el prestigio social que tuvo la asturianada antes de 1936, una época cada vez más extraña y alejada del actual costumbrismo, regionalismo, competiciones y circuitos subvencionados» (Héctor Braga en Fundamentos: el arte de la asturianada)

    Este trabajo de 3 CDs con un total de 75 interpretaciones de canción asturiana y de elegante estética  viene a ser no sólo una obra excepcional en sí misma, sino a partir de ahora un buen manual para todo el que se precie a iniciarse en el género. Creemos que servirá de puente para que muchos acudan a las fuentes originales y así acercarse a esa etapa dorada, a los llamados clásicos. Horas de escucha, investigación, digitalización de discos de pizarra, toma de decisiones con criterio profesional han precedido esta obra. Además de ello, todas estas canciones vienen clasificadas según sus palos atendiendo a criterios etnomusicológicos que en mayor detalle Braga recoge en su tesis. Esto último, se trata de algo muy necesario y que con especial interés esperamos leer ante la necesidad de una clasificación que adopte criterios estrictamente musicales, rigurosos y uniformes. 

Detalle del interior de Fundamentos: el arte de la asturianada

    A partir del conocimiento de este trabajo, serían principalmente a destacar los siguientes valores:

    En primero lugar supone un compendio que recupera y pone en valor un gran número de canciones del género asturianada, de todos los palos y lo hace extrayéndolas de diversas fuentes como son discos de pizarra y antiguos cancioneros musicales a los que el aficionado a la canción asturiana no suele acudir por encontrar difícil su acceso: o no dispone de las grabaciones o implica el conocimiento del lenguaje musical para acceder a la interpretación de las partituras. Con ello, creemos que se trabaja en un buen sentido para renovar -o más bien recuperar- sones y estéticas sobre  los escenarios asturianos y ponerlos a disposición de todos los oyentes. Y en este sentido Braga ha realizado ya una gran labor digitalizando y compartiendo numerosas de estas grabaciones originales en su canal de Youtube.

    En segundo lugar, pone en valor una serie de instrumentos de época, gaitas antiguas que refuerzan el valor patrimonial que entraña esta obra. Instrumentos anteriores al fenómeno de la temperación a 440Hz.  En ello ha tenido su mérito Chus Solís, amigo y artesano gaitero, que con su buen hacer las ha devuelto a la vida. También hay que mencionar el empeño en resaltar de este conjunto de gaitas, varias de ellas centenarias, lo mejor de su timbre y de su peculiar arcaicismo sonoro. Para ello Héctor Braga ha querido plasmar y conjugar un espectro sonoro y estilístico poniendo estos instrumentos en manos de un diverso grupo que gaiteras y gaiteros que con su estilo para florear y acompañar la canción asturiana, también dejan en la obra un buen manual para acercarse al oficio de gaitero acompañante. Ellos son: 

Fonsu el de Les Regueres (CDI: 2, 7, 13, 21 Y 25 y CDII: 1, 4 Y 17), Álvaro Álvarez Fernández (CDI: 4, 22), Rodrigo Fernández Joglar (CDI: 5, 8,), Belén Arboleya Álvarez (CDI: 18), Valentín Fuente Álvarez (CDI: 19), Pedro Pangua Rivas (CDII: 5 y 9), Chus Solís (CDII: 2) y Luis Francisco Álvarez Pola (CDI: 9, 11, 16 y CDII: 18)





    En tercer lugar, nos devuelve a una época dorada de cantantes que conquistaron una gran atención y respeto por lo que hacían. En esa línea también trabajaron los grandes maestros que habrían de aconsejarlos y de aumentar en ocasiones el género, introduciendo en ese momento el piano. En la parte pianística tiene gran valor el haber recuperado repertorio de los cancioneros en unas ocasiones y en otras, haber sido los propios pianistas los encargados de transcribir a partitura referencias sonoras en discos de pizarra para las que no existían tales. Ponemos en relieve el trabajo de la pianista Aida Suárez Fernández (CDIII: 4, 5, 7, 11, 12, 18, 21, 22, 23 y 24) quien asume la figura de acompañante principal, junto con Luis Fernando Chacón Sánchez (CDIII: 8, 15, 20 y 25) y Luis Francisco Álvarez Pola (CDIII: 19).




    En conclusión, un trabajo necesario, que constituye sin duda una aportación notable, no solo como trabajo discográfico, sino como registro histórico de nuestra canción asturiana, que no ha de faltar en la colección de todo aficionado y profesional del género. 

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